es muy fácil entenderse en tu sonrisa y desviarme una vez más en tus ojos
me resulta divertido enredarme en tu palabreo distintivo de un área foránea
y que me resulte sorpresivo lo bien que se siente la quemazón del anis y el ron
cuando eres tú quien me lo sirves, venga la Medalla ahora
y te espero pronto sonriendo frente a la Sagrada Familia
sin saber que esperar del futuro, sabiéndo que eres tú la que me gustas
y no lograr que lo veas, sin herir tú sensibilidad o la de los que nos rodean
¡AVE!