tan rápido como llegaste
tocaste mi mano
y vi la preocupación en tus ojos
pero tu promesa (de volver)
se hizo carne mucho antes
de ser verbo pronunciado
las Moiras se divierten hilando hebras
destinadas a sacarte una sonrisa
mientras examino con paciencia
la delicada anatomía de tu rostro
el piquito que se asoma
entre una mirada tierna
y otra sicalíptica
me entrego
a tu obscena dulzura
y le rezo al viento
que me cumplas
que se cumpla
que te cumplas