la victoria

fotografía de autora anónima

el baile de la victoria

se ha de bailar en silencio

sin humillar al vencido

con ejecuciones simbólicas

pones tu flecha en su nuca

el silencio lo domina todo

nunca te vio venir

ahora cae rodando

sus ojos atravesada hasta la garganta

y tú con una sonrisa macabra

guardas tu arco

y saboreas

la victoria

omega

te he de guardar
en la memoria de papel,
en los ruidos cadentes del cardio,
en un esquicio al borde del poema
que se recita en los límites de mi sien

te he de guardar
en las sonrisas de los demás,
en los sorbos de sangría fresca
en la flor a medio marchitar

te he de guardar
para contemplarte en otros besos
y en esos otros labios
te habré de exterminar

tienes fecha

cuanto me faltas a veces
en esos días te haces suspiro
y memoria
que carece de tiempo

ante todo sin nombre
sin rostro, sin verbo
sin aires de volver siquiera
a pensar en lo ya pensado

a veces es mejor
no nombrar
lo ya innombrable
lo que parecía indeleble
pero ahora yace
en rezagos

polvo
agua
viento
pero no palabra maldita
como las que salen
de mis dedos

ponte el escapulario
que mañana te busco
para matarte


arte de Luis Royo

casi como morir

he estado en un lugar muy extraño
parecido a este, pero algo diferente
un poco más oscuro y lúgubre
tal vez hasta un poco muerto

ya sé que no ha sido mi culpa
sin embargo, me siento culpable
y entonces estás tú
con el guante en mi cara
y yo, sin poder respirar
tras tus golpes te pierdes
te separas de aquello que eras
cuando te conocí

no me reconozco
entre todo el vidrio roto
y la sangre envenenada
que lo cubre todo con paz
de sábanas rojas

me asfixias con la almohada
mientras duermo soñando
con libertad y libertinaje
con el balance perfecto
que parece no existir

voy desgastándome
en el olvido
aquí en la cama
para ver si desapareces
así podré dormir
aunque a veces sienta
que me ahogo
en el agua
tan dulce
soledad
tan dulce

asientos al noreste

los asientos miran al noreste
mi cuello
se dobla ante tus labios
mis manos
coercen tu espalda
la enderezan
el viento en tu boca
gime mi nombre

sobre nosotros
se traman las musas
y se jactan los cuerpos
tus piernas sobre mi falda
tus hebras en mis manos
tus senos gritando
los asientos al noreste

es por allá que saldrá el sol
cuando de madrugada
te coma lo que tienes allí
en donde se siente bien
que bien hueles mujer

haz trozos mi espalda
sentada
con mi cabeza entre tus piernas
en un asiento mirando al noreste