seppuku

pensé que pudiese estar mintiendo, ¿pero cómo? ¿cómo una persona puede cambiar de parecer de un día a otro? ¿cómo alguien que el día antes te dice que tiene miedo de perderte, no te dice nada cuando le preguntas si la volverás a ver? no hace sentido. ¿cómo puede ser que esta persona que un día siente que eres su centro ahora piense que eres la persona que más detesta? ¿es posible tal cosa... o sólo fue una mentira? esa que no quiero ver... que no es tu culpa, que tampoco es culpa de ella. que sólo son así las cosas de la vida. unos no se atreven, otros se tiran de cabeza. muchos dirán que estoy loco por sentir como siento, pero es que no conozco otra manera de vivir, no conozco los entremedios, sólo los extremos. siento todo en los huesos, la tristeza, la felicidad, el amor, la compasión, el dolor... ¿y qué si soy medio disfuncional? me gusta un poco ser así, me da... vida... sí, vida. la hace digna de contar, o por lo menos de recordar. algunos podrán pensar que disfruto mi sufrir... tal vez tengan razón. a veces pienso que hasta lo busco. ¿pero por qué mentirme así? y pienso que en efecto es muy sospechoso todo lo que dijo, pero aún así ¿quién me da el derecho de decir lo que dije? ¿el despecho? no, no tiene excusa. por esto lo siento, pero no creo que deba creer nada de lo que dijo. no después de ver su actitud... soberbia. lo digo porque llamó hoy, para preguntar algo que pudo haber averiguado con cualquiera, pero no, me llamó a mi y hasta un poco molesta. como si no fuese suficiente con clavarme una daga en el corazón, también la tiene que torcer en mi vientre. la primera palabra que me vino a la mente después de enganchar fue: seppuku. es un rito suicida que practicaban los samurais cuando perdían su honra en batalla. sé que es un poco extremista. sonreí luego de pensarlo, pues me pareció gracioso lo dramático que soy a veces. pero así soy, aunque me duela que no esté más.

entre el amor y el odio

tus labios están cosidos
con hilo de fibra mnémica
y se sale el sonido lúgubre
de mis llantos
por tus ojos

tus manos en rigid mortis
acechan un último adiós
yo cierro el puño
declarando la guerra
en casa del Tauro
en la tierra santa
en el templo de Venus
ya cayendo en pedazos
las puertas del corazón

el odio se fermenta en mi carne
y el despecho puebla
mi acendrada ilusión
mientras tú
bebes a borbotones mi esperanza
y exprimes mi exangüe cuerpo
de la última gota fresca
de Amor

la espera

fotografía de Paulo Vieira - Sin título

en esa visión

me vi recobrando

lo que nunca perdí

el tiempo es sabio,

pero aún no es tiempo

son de besos los pasos tiernos

son de plata en los largos dedos

y en las bajas nubes,

en las ciegas nieblas,

el frío cubre

y la tierra templa

sólo del desespero

de la llegada eterna

del mañana

y de mi promesa...

cuartos menguantes de lunas secas

escondes tras esa ceguedad necia

y quedas inerte,

inmóvil

e incomparablemente mía

tras las caídas de estrellas,

tras puestas de soles inextinguibles

rehusas la certera vida

en muerte

en libros

en mentes

en lenguas

en silencios

sin alternativa

a otra realidad

que no sea la espera...

...en vano

adiós amores minuciosos

adiós amores minuciosos
tus regados besos
de labio en labio
esos ya no besaré

adiós amores de pasada
te regalo una mirada a mi espalda
porque de frente
jamás te miraré

adiós, no te doy explicaciones
adiós que no veo ni por qué
adiós a todos los recuerdos
aquellos que no recordaré

adiós amores minuciosos
aprovecha y dime adiós de una vez
adiós y no hasta luego
adiós porque ya no te veré


p.d. siento cosquillas

otra vez, por favor

si niego que te miraba, miento
así que camino en dirección opuesta
luego de mirarte un largo rato
después de unos diez o veinte pasos
me detengo
me vuelvo lentamente
hacia donde estás todavía parada
y recojo una mirada más de tus ojos

tratas de esquivarla
pero es muy tarde
así que sonríes conmigo

me pierdo entre la muchedumbre
y regreso al rato con nuevo aire

te miro
esta vez sin titubear
te doy la mano
te digo mi nombre al oído
y una sonrisa amplia puebla mi boca

la timidez nuevamente
regreso ahora, voy por un trago
mientras camino
no tan seguro de que decir
cuando regrese

te miro y sonrío
entre tus ojos
y tu voz me perdí

gracias María Luisa
por una grata conversación
¿qué crees, si lo hacemos
otra vez, por favor?

te quiero

me halagas... pero no sé que decirte. me asusta mucho lo que pueda pasar, pero quiero que quede claro: yo no te pido nada, absolutamente nada. me gusta lo que tenemos y me encanta a veces fantasear con la idea de algo más, pero me lo niego. ninguna de mis responsabilidades será tuya, de eso no te debes preocupar. te leo a diario en mi pantalla y te escucho por el auricular y ¿sabes qué?... sonrío. por eso no te pido nada, nunca lo haré. me gustaría que supieses que no importa lo que pase te quiero.

Vanidosa Soledad

hace tiempo que no lo admito, pero me siento solo. mucha gente me rodea, pero la soledad es algo muy personal. se disfruta y se desprecia tan fácilmente. encuentro refugio en lo cotidiano y lo poco controversial, en las cosas sencillas y repetitivas, las distracciones creadas con ese propósito último de alejarnos de nuestros pensamientos sorpresivamente melancólicos y frustrantes. La Soledad, con mayúscula, es una mujer preciosa y extremadamente sarcástica que juega con nosotros como le viene en gana. nosotros somos sólo peones de su mirada ausente que nos hace divagar entre el encanto y el desprecio al diario vivir. "todo es vanidad" -- nos repite secretamente al oído y nos choca la manera en que esta realidad retumba en nuestros huesos, sabiéndose verdad. así que, buscamos, esa compañía, otra Ánima Sola que acompañe nuestra soledad, pero no cedemos ni un poco. no comprometemos nuestro espacio por nada, todo es para mí, todo para el ego y mi soledad disfrutada, pero donde están los demás. cerramos todo con candado y perdemos la llave para que nada entre ni salga, protegiendo así el perpetuo vano que tanto detestamos y amamos a la vez.

tú también eres vanidosa, protegiendo tu soledad con dientes y uñas, te desentiendes maravillosamente.

me agrada la manera en que engañas al mundo, es posible que hasta a ti misma. es bueno saber que puedo depender de tus cuentos y mentiras, Vanidosa Soledad

punto y aparte

puse punto final a esos días contigo
y aparte continuaré con los míos
aunque seguido sería lo usual
ya el tiempo de los parrafos unidos
se acabaron

gracias Prof Báez Fumero

esas sombras

son las sombras
son las eternas sombras
que me persiguen
las que hacen bocanadas
de mis presagios

matan el cielo de mi boca
y esconden mis secretos
en cada paso que doy

siempre escondo alguna sombra
aún al mediodía
cuando la luz lo cubre todo
y en el silencio de esa ausencia
se desquician las palabras
en un orquestrado soliloquio
sordo de sentido
absorto en su oscuro
negado de colores
exclamando inciertos
recitando eufemismos
en los oídos de aquellos transeuntes
y tú no quedas inmune
a ese perpetuo hablar

ellas también te esperan
en todo el esplendor del día
y cuando en la noche quieras
un momento descansar
te cubrirán sus alas
de gritos al vacío
de miedos que desesperan
de angustias que pensaste
que dejaste atrás.