
me da tanta gracia
la manera en que decías tu nombre
arrastrando la r
como si fuera la capa de una reina que acaban de coronar
mezclas las palabras
entre esos dos idiomas tan cotradictorios
y aún así cuando salen de tu boquita
suenan como azucar y mariposas
a veces no soporto oírte hablar por teléfono,
porque no te puedo tocar,
pero me aguanto
quisiera poder tocarte todos los días,
hacerte cuentos de duendes
que viven en palomitas de maíz
y sonidos de gigantes que corren tras de ti
para comerse tu ombligo
la manera en que decías tu nombre
arrastrando la r
como si fuera la capa de una reina que acaban de coronar
mezclas las palabras
entre esos dos idiomas tan cotradictorios
y aún así cuando salen de tu boquita
suenan como azucar y mariposas
a veces no soporto oírte hablar por teléfono,
porque no te puedo tocar,
pero me aguanto
quisiera poder tocarte todos los días,
hacerte cuentos de duendes
que viven en palomitas de maíz
y sonidos de gigantes que corren tras de ti
para comerse tu ombligo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario