
vengo, como de venir se trata en unos segundos diminutos minutos minuteros y ¿de qué se trata? si no sabemos nada de nada de nada y un café de ojos colores o de ojos color café no se entienden, ni se miran unos a otros, ni cuando se escriben, aunque si se borran los nombres no habría sentido en nombrarla Paloma blanca de pico azul como el cielo de donde se escriben mis pensamientos y dibujo sueños pintados de arcoiris, de fresas, de chocolate, de todas esas cosas que considero deliciosas como tus labios que entre beso y beso se convierten en cuento de caperucitas y lobos que te quieren comer.