se han ido las mariposas. debe ser mi edad. no logro dar en el clavo. no logro nada...
me río sin saber lo que busco. no entiendo lo que es. no entiendo lo que será y me paro mirando hacia el oeste sin imaginación. mis ideas son foráneas y mis esperanzas son de otros. me juzgan sin juicio y sin culto me sacrifican al dios de la nada. espero inválido al sonido imperante del ruido silencioso que existe en sus huesos. ¿cuando la reconoceré? ¿y tú me conocerás?
domingo, enero 30, 2005
domingo, enero 23, 2005
finalidad
no he hecho nada, absolutamente nada. mi día ha sido un desperdicio. no he logrado amaestrarme lo suficiente como para lograr mantener la concentración. definitivamente, he vuelto a lo más que conozco, la auto-tortura y la anhiquilación total de mi sentido común. me remuerdo en la dificultad del auto-control, sin embargo hago decisivamente aquello que me viene más fácil hacer: nada. y lo hago con tanta doctrina que cualquiera diría que a ello me he dedicado la mayor parte de mi vida.
recuerdo que debo seguir intentando pensar en algo productivo. tal vez esto se pueda convertir en un ejercicio del intelecto. del que queda en estos momentos, quemado, un poco lento y medio encojonao. frustrado sobre ¿cómo resolvemos mi fijación con la planta de círculos concéntricos? y el ¿cómo dejo de hacer una conceptualización de la idea y la resuelvo en términos mórficos? la respuesta está ahí hace tiempo, sin embargo, no la puedo ver. la siento, pero no la veo. así que no queda más que esperar y concentrarme en el vacío blanco que tengo en frente.
el subir debe representar más que una asención de nivel, sin caer en lo abstracto. debe notarse una ruptura entre los reflejos más básicos del ser humano y aquello que lo hace diferente a todos los otros animales, el espíritu, pues los animales también tienen cierto nivel de intelecto.
sí, somos animales. de eso no podemos escapar. sí lo podemos disimular, pero con mucha dificultad.
hacemos cosas que ellos no pueden. cosas como: la casa, esa máquina para habitar. aquella que nos protege del universo incierto y a la misma vez nos atrapa a una vida mínima, anclada e inmutable. pero la realidad es diferente. sí cambia. la vida cambia así nos quedemos parados en el mismo sitio, tratando de no hacer movimientos, de ni siquiera respirar, pero no funciona. si nosotros no cambiamos, todo lo que nos rodea se tranforma en algo irreconocible para los sentidos y morimos lentamente en la nostalgia, tratando de recordar esos momentos efímeros de bienestar. nos pasa a todos, sin importar la edad. un niño de once años puede recordar con complacencia un tiempo pasado que no podrá recobrar e internalizarlo de una manera muy destructiva.
de todas maneras buscamos como escapar de toda esta inconsistencia temporal tras libros de auto-ayuda y sin ningún valor real, buscamos la verdad tras cualquiera que dice ofrecerla. buscamos de aquellos que están de acuerdo conmigo y no con aquellos que me digan algo diferente a lo que pienso. no, eso sería inaceptable.
--pero ellos quieren el bien,
--lo sé, lo sé... pero ¿el bien para quién?
sé que en el fondo, todo es lo mismo: vanidad.
recuerdo que debo seguir intentando pensar en algo productivo. tal vez esto se pueda convertir en un ejercicio del intelecto. del que queda en estos momentos, quemado, un poco lento y medio encojonao. frustrado sobre ¿cómo resolvemos mi fijación con la planta de círculos concéntricos? y el ¿cómo dejo de hacer una conceptualización de la idea y la resuelvo en términos mórficos? la respuesta está ahí hace tiempo, sin embargo, no la puedo ver. la siento, pero no la veo. así que no queda más que esperar y concentrarme en el vacío blanco que tengo en frente.
el subir debe representar más que una asención de nivel, sin caer en lo abstracto. debe notarse una ruptura entre los reflejos más básicos del ser humano y aquello que lo hace diferente a todos los otros animales, el espíritu, pues los animales también tienen cierto nivel de intelecto.
sí, somos animales. de eso no podemos escapar. sí lo podemos disimular, pero con mucha dificultad.
hacemos cosas que ellos no pueden. cosas como: la casa, esa máquina para habitar. aquella que nos protege del universo incierto y a la misma vez nos atrapa a una vida mínima, anclada e inmutable. pero la realidad es diferente. sí cambia. la vida cambia así nos quedemos parados en el mismo sitio, tratando de no hacer movimientos, de ni siquiera respirar, pero no funciona. si nosotros no cambiamos, todo lo que nos rodea se tranforma en algo irreconocible para los sentidos y morimos lentamente en la nostalgia, tratando de recordar esos momentos efímeros de bienestar. nos pasa a todos, sin importar la edad. un niño de once años puede recordar con complacencia un tiempo pasado que no podrá recobrar e internalizarlo de una manera muy destructiva.
de todas maneras buscamos como escapar de toda esta inconsistencia temporal tras libros de auto-ayuda y sin ningún valor real, buscamos la verdad tras cualquiera que dice ofrecerla. buscamos de aquellos que están de acuerdo conmigo y no con aquellos que me digan algo diferente a lo que pienso. no, eso sería inaceptable.
--pero ellos quieren el bien,
--lo sé, lo sé... pero ¿el bien para quién?
sé que en el fondo, todo es lo mismo: vanidad.
jueves, enero 20, 2005
casa para Adán y Eva
hace tiempo no me siento y respiro. ya casi no miro hacia al lado. no me lo permito, me distraigo, pierdo el enfoque. los dibujos, los dibujos, las maquetas, los esquemas y diagramas, los analisis, un octavo, no, un cuarto de pulgada, ¿cual es tu idea?... no sé, no sé, no sé... creo que es la evolución y como ella se refleja en la casa para un astrónomo, cada nivel representa alguna parte del intelecto humano... ¿y para aquellos que no creen en la evolución, qué le dices?... um, no sé, no lo había pensado, me imagino que en ese caso vendrá a ser la casa para Adán y Eva.
¿sabías que el ADN de un simio es sólo un tres por ciento diferente al de un ser humano?... No, pero no me extraña, se parecen mucho a nosotros... sí, a diferencia de que nosotros lo destruimos todo.
¿y cuál es el cuarto de Caín y Abel?... pues es ese que queda en la órbita externa del nivel intermedio, próximo al obsevatorio para el astrónomo, que me imagino será amigo de la familia, aunque últimamente se ha dado cuenta de que Caín siempre está tratando de tirar a Abel desde el tercer piso... uf, que mal, una familia disfuncional... sí, podrás imaginártelo, Adán siempre está mandando a Eva a que haga todo, porque es su costilla, "carne de mi carne" le dice de cariño. creo que a servicios sociales le interesará el caso... bueno creo que ellos no se deben meter en eso, después de todo ellos son los primeros, creo que es lo que pasa cuando tu papá viene del polvo y tu mamá de una costilla.
¿sabías que el ADN de un simio es sólo un tres por ciento diferente al de un ser humano?... No, pero no me extraña, se parecen mucho a nosotros... sí, a diferencia de que nosotros lo destruimos todo.
¿y cuál es el cuarto de Caín y Abel?... pues es ese que queda en la órbita externa del nivel intermedio, próximo al obsevatorio para el astrónomo, que me imagino será amigo de la familia, aunque últimamente se ha dado cuenta de que Caín siempre está tratando de tirar a Abel desde el tercer piso... uf, que mal, una familia disfuncional... sí, podrás imaginártelo, Adán siempre está mandando a Eva a que haga todo, porque es su costilla, "carne de mi carne" le dice de cariño. creo que a servicios sociales le interesará el caso... bueno creo que ellos no se deben meter en eso, después de todo ellos son los primeros, creo que es lo que pasa cuando tu papá viene del polvo y tu mamá de una costilla.
martes, enero 11, 2005
historia de un mentiroso
palabras
convertidas en cuentos,
chistes sin sentido.
soliloquio que se enreda
en murmullos armoniosos,
susurro en el viento,
suspiro de metal
tintineando en el vacío
carezco de todo significado.
mi voz se hace espuma
como arrullo de mar.
llega y desaparece
así, así
como llegó
carcajadas con educación
que disponen de sí mismas
y quedan fragmentadas
por sus propios movimientos
que parecen de piedra
y son sólo una ilusión
convertidas en cuentos,
chistes sin sentido.
soliloquio que se enreda
en murmullos armoniosos,
susurro en el viento,
suspiro de metal
tintineando en el vacío
carezco de todo significado.
mi voz se hace espuma
como arrullo de mar.
llega y desaparece
así, así
como llegó
carcajadas con educación
que disponen de sí mismas
y quedan fragmentadas
por sus propios movimientos
que parecen de piedra
y son sólo una ilusión

ida y vuelta

ese día te busqué en todo aquel valle sureño y sentí el gran vacío de tu silenciosa desaparición. en el desespero llamé al viento para que me ayudara, pero él mantuvo tu secreto en su efímero pasar. en mi camino recibí trescientas veinte razones por las cuales detener mi búsqueda, eché a andar a aquellos dos mensajeros de desgracias. pregunté a los fantasmas del valle si por alguna casualidad te conocían, pero ellos parecían estar más perdidos que yo, así que lancé diecisiete gritos sordos y en aquella M gigantezca te esperé por noventa milenios, antes de comenzar mi camino de regreso.

domingo, enero 09, 2005
se fue el avión

Andrea Sofía se fue esta mañana. para ella es algo muy común, ya es parte de su manera de vivir, pero para mi es algo un poco difícil de aceptar. ¿por qué debe ser así, tan difícil? ¿ahora cómo paro de pensar que te encuentras en la casa jugando con tus peluches que tanto te gustan? creo que debo ajustarme prontamente si no quiero caer en el ciclo, ese ciclo que conozco tan bien. la autodestrucción debe detenerse. te quiero seguir amarrando los zapatos, aunque ya hallas aprendido.

jueves, enero 06, 2005
Cereal para los Camellos

Andrea Sofía pensó que el cereal le gustaría más que el pasto.
me recuerda a mí y a todo aquello que no me gustaría perder. esa fantasía en que vivía cuando era niño. que viaje. no necesitabamos nada más que cuentos para vivir. sólo comíamos cuando no teníamos más remedio, el resto era ese mundo separado de este en donde existen todo tipo de seres misteriosos. mi bici era la más veloz del mundo y las pelás de rodilla eran heridas de guerra. que mucho reía

domingo, enero 02, 2005
La Madre de La Princesa

Para aquellos que nunca han visto la madre de mi hija Andrea Sofía, esta es Nicolette Alexandra su mamá y mi buena amiga. La mujer de ojos moriviví. Ella es la quién cría a mi hermosa hija en Miami. Hubo tiempos hermosos entre nosotros, pero crecimos de diferentes maneras. Las influencias externas jugaron papeles que dieron el mate a un cuento que nunca debió acabar.
Nico, ya ellas tuvieron tiempo de ser reinas. Tu reinado empezó hace siete años y todavía dejas que las Reinas Madre tomen deciciones por ti. Espero que la princesa no sea presa de ese juego en donde nadie manda.

En tus besos

seré un estudiante del olvido,
un maestro sin recuerdos
me quedan siempre los sonidos,
pero no puedo absorberlos
si me pierdo en este circo
siempre reencarno en tus besos
Nohelia, esta foto tiene casi dos años. Hay cosas que cambian, hay cosas que son difíciles de borrar. Hay memorias indelebles y tarjetas de cumpleaños que llegan tarde. Hay rencores viejos que desaparecieron con el tiempo y la inutilidad. Hay besos en los que reencarnamos y miradas que hacen tucutú. Gracias.

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